viernes, 27 de diciembre de 2019

AMOR FATI



Amor fati se podría traducir como Amor al destino.
O dicho de otro modo: Amar la realidad tal cual es.

Para hacerlo,  debemos diferenciar claramente entre lo que está dentro y fuera de nuestro control.
Quizás podamos influir en el resultado de la cosas, pero no decidir cómo y cuándo queremos que ocurran.
La vida impone sus propias leyes naturales y conocerlas, aceptarlas y de alguna forma rendirse a ellas, abandonar la lucha contra la realidad...  nos libera.

No pretendo encontrar gozo en la desgracia, pero sí renunciar a un universo creado por mis expectativas acerca de lo que debería de ser, de lo que deberían hacer los demás, de lo que tendría que ser yo misma.

La realidad ES
Las categorías la ponemos nosotros.

 "Quiero aprender cada día a considerar como bello lo que de necesario tienen las cosas; así seré de los que las embellecen.
Amor Fati, sea este en adelante mi amor.
Que uno no quiera que nada sea diferente, ni hacia adelante ni hacia atrás, ni en toda la eternidad.
Que uno no se limite a soportar lo que sea necesario (aún menos disimularlo), sino  a amarlo".
                                 F. Nietzsche

Difícil tarea estoica, pero gran lección de vida.

martes, 3 de diciembre de 2019

PERDÓN




Parece que los estudios son claros respecto a la idea de que las personas que son capaces de perdonar son más felices y están mas sanas que las que no quieren o no logran hacerlo.

La mayoría de los adultos, acumulamos agravios,  una especie de muescas emocionales provocadas por personas significativas de nuestro entorno cercano, que nos van dejando la piel fina y vulnerable a cualquier roce... y es por eso que periódicamente reaparece la herida.

Y nos deja en la tesitura de elegir entre tres opciones:

- Permitir que esa persona siga teniendo poder sobre nosotros, sobre nuestras emociones y sobre nuestros actos, lo que implica seguir atrapado en un problema sin resolver.
- Alejarse completamente, lo cual genera un gran vacío que requiere fortaleza para gestionar.
- Enfrentarse al resentimiento si se decide perdonar. Poner nuevos limites que nos protejan y seguir con nuestra vida.

Esta última generalmente es la mas aconsejable.

Por qué es tan importante perdonar?

Porque cuesta mas trabajo y desgasta mas el cuerpo y la mente agarrar el resentimiento que dejarlo ir. Perdonar y dejar lo que nos ha hecho daño es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos. Cuando alguien perdona renuncia a la ira a la que tiene derecho a sentir y hace un regalo a quien no tiene derecho a exigirlo.
A cambio se libera de algo que le hace mucho daño.

Uno de los obstáculos mas frecuentes  a la hora de perdonar, es tener una idea equivocada de lo que es el perdón.
Elsa Punset en "El libro de las pequeñas revoluciones" recoge las conclusiones a las que el psicólogo Robert Enright y sus colaboradores llegan al respecto y con las que no puedo estar mas de acuerdo:

* Para perdonar no hace falta olvidar ni quitar importancia a la ofensa. ni llegado el caso, renunciar a la justicia legal o reprimir los sentimientos de dolor.

* Para perdonar no hace falta que quien ofendió admita que lo ha hecho, que pida perdón, o que quiera cambiar de actitud.

* Para perdonar no hace falta (y en ocasiones seria inapropiado) que haya reconciliación. Eso implica un nivel de confianza que no siempre es aconsejable.

* Para perdonar no hace falta decírselo a la persona perdonada (tal vez ellos ni siquiera quieren ser perdonados).

* Perdonar no implica que apruebes lo que ha hecho el otro. No justifica de ninguna forma su comportamiento.

* Puedes perdonar sin olvidar.

* Perdonas ante todo, y en primer lugar, porque es mejor para ti.


Perdonar es dejar ir aquello que te sigue haciendo vulnerable a los demás.

Es decir: "Sé lo que has hecho y me ha dolido, pero no voy a permitir que me haga mas daño".







lunes, 11 de noviembre de 2019

EL OTRO LADO



Detrás de la rigidez mental está el miedo.

El miedo a perder el control de la situación, miedo a los espacios en los que no se conocen, se entienden ni se aceptan las normas, ni las causas, ni las consecuencias.
Y ese miedo es a uno mismo.
Es inseguridad.

No tener confianza en saber desenvolverse, manejarse, o defenderse.
Porque todo lo que no se controla nos deja desnudos de alguna forma, nos obliga a de tener que creer en nosotros mismos... y si nos falta esa seguridad estamos perdidos.

Perderse, traducido a un código instintivo, es morir.
Nos aferramos a las cosas, a personas, a tradiciones, a costumbres, porque queremos mantener el orden establecido, queremos saber quien somos y qué hacemos. Queremos tener sentido.

Pero en realidad no somos nosotros mismos porque somos esclavos, porque la libertad siempre ha estado al otro lado del miedo.
No es más fuerte el mas rotundo, sino más débil.

La solución no es blindarse, atacar o defender el territorio, las ideas o las posesiones,  sino ver que hay más allá.  Colonizar ese otro lado del miedo.
Cuando uno afronta la incertidumbre con confianza en uno mismo, en sus habilidades para resolver o adaptarse a lo que venga.. el miedo desaparece. La rigidez se va y deja paso a otras formas más amables de entender el mundo.

Pero todos somos rígidos en alguna idea.
Todos nos volvemos más libres cuando la flexibilizamos y hacerlo, nos acercamos a la paz mental.
Y ese, es quizás es el estado mas grande que  una persona pueda alcanzar.

Atreverse, asomarse, desarrollar habilidades, adaptarse, equivocarse, mejorar, seguir aprendiendo. Indagar de nuevo... seguir creciendo.

No temas, al final... estás TÚ.
Más libre.
Más humano.
Más tranquilo.
Y más sabio.



jueves, 10 de octubre de 2019

PASOS DE BAILE




Las circunstancias vitales marcan los ritmos.
Como un metrónomo interno.
Dictan necesidades y organizan tiempos.

Las necesidades hablan de deseos conscientes e inconscientes, de apegos, de anhelos, de miedos. Las elaboramos en nuestro recorrido vital, con los impactos emocionales que hemos experimentado  y con su resonancia interna. Las determinan nuestras elecciones, nuestro entorno, nuestras circunstancias.  Hablan de qué queremos, de qué nos responsabilizamos y de cuáles son nuestros objetivos.
Configuran algo íntimo y personal y si está elaboradas con mimo y cuidado, se convierten en una brújula que orienta nuestra vida.
(Seguramente si no lo están,  si no hemos hecho un proceso consciente, si las dejamos campar a sus anchas sin medida alguna, también orientarán nuestra vida, pero no sabremos hacia donde la dirigen, ni por qué, ni nos proporcionarán satisfacción interna, perdiendo un poco el sentido nuestra existencia).

Es por ello que a veces se juntan personas un tiempo determinado, se gustan, intentan encajar sus vidas y surgen muchas resistencias.

Porque no siempre en ese encuentro se pueden ajustar ritmos. El interés mutuo  puede encubrir temporalmente esos dictados internos, puede ocultarlos, distraerlos, apartarlos... pero si tienen relevancia en nuestra vida, resurgirán con fuerza, reclamando su sitio.

Si no hay sincronía en el paso, el baile se convierte en una frustración constante, no fluye, asoman los bloqueos, y las tensiones y el desencuentro.

Quizás llega el momento de abandonar la pista, de buscar nuevas melodías que se ajusten mejor a nuestros pies y a la necesidad que tengamos de moverlos.

Hay cosas que no se puede forzar..
El ritmo es una de ellas.


viernes, 30 de agosto de 2019

VERDADES INCÓMODAS

Foto: Nacho Ormaechea


Hay ciertas leyes universales que nos resistimos a encarar y es precisamente esa resistencia que generamos la que nos impide fluir con el curso que marca la vida.


1- Las relaciones son temporales… pueden durar más o menos tiempo, pero tienen un principio y un fin. Estamos de paso en la vida de los demás, y ellos en las nuestras. Terminan las circunstancias o las etapas que nos mantenían cerca.

2- El sufrimiento forma parte de la vida. Hay un dolor legítimo, provocado por una pérdida, que precisa de un tiempo de duelo en el que se ajustan de nuevo las expectativas y la realidad... y hay un sufrimiento gratuito fruto de nuestra interpretación errónea de las circunstancias. Es nuestra responsabilidad personal conocer éste último y tratar de minimizarlo.

3- La enfermedad, la vejez y la muerte forman parte de la vida. Podemos correr, escondernos o mirar para otro lado, pero estaremos escapándonos de la vida misma. Y ella se impone con sus criterios naturales.

Al contrario de lo que pueda parecer, aceptarlas es mucho mas liberador que preocupante.
Cuando las integramos en el ideario personal, dejamos de luchar contra la realidad y jugamos a favor de la vida.

Personalmente he encontrado una manera un tanto mística de lidiar con las ausencias. Las más difíciles de gestionar son lógicamente las súbitas, pero me reconforta la idea de separar los conceptos de ver y de sentir.

Una cosa es que no vea a las personas queridas y otra es que no estén.

Es similar al hecho de convivir en un misma casa y estar cada uno en una habitación, no ver a una persona no significa que no la sienta, con la misma cercanía, con la misma intensidad que si estuviera en la misma estancia.

No hay una ruptura interna dramática porque siguen estando.

Y están porque forman parte de mi, de quien yo soy, porque hemos compartido historias y sueños,  he hecho míos gestos o manías, me han contagiado emociones, me han trasmitido ideas, pensamientos o ilusiones... que me han hecho crecer.

Y por eso mientras yo esté viva, ellas continúan conmigo y vivirán a través de mi.
Y cuando ya no esté.. alguien nos llevará dentro.

Y seguiremos viajando de vida en vida.






martes, 6 de agosto de 2019

DIAS DE VINO Y ROSAS




Cuando una relación es superficial, bien porque se está comenzando o  bien porque no se quiere o no se sabe profundizar, cualquier comportamiento interpretado como inconveniente puede convertirse  en decepción y traducirse en distanciamiento o ruptura. 

Los inicios de algo son arenas movedizas. 
Las relaciones superficiales también lo son. 

Todo va bien mientras sea fácil, cómodo y aparentemente feliz. 

Pero se pierde la posibilidad de conocer realmente a la otra persona. De profundizar en ella, de descubrir sus recovecos, sus tonos  grises... de ver al otro como es.
Con el alma desnuda.
Sin protecciones. 
Donde realmente puedes causarle un bien. 

Porque como yo lo veo, cuando una persona  te enseña sus heridas o sus partes más sombrías... puedes echar sal sobre ellas e irte, o puedes permanecer a su lado, ayudarle a sanarlas, a iluminarlas.. a facilitar su crecimiento y su expansión y construir un puente  que recorrer  en ambas direcciones. 
Porque te gustará que lo hagan contigo cuando te haga falta. 

Dependiendo de como seas, así amarás. 

Cada uno de los obstáculos que aparezcan, te ofrecen  la posibilidad de  salir corriendo... o de avanzar en la relación,  creando una conexión  duradera y firme. 


De ti depende. 
Tu sabrás si quieres solo días de vino y rosas.. 

O eliges AMAR. 



domingo, 21 de julio de 2019

CRONOLOGÍA DE UN APRENDIZAJE




Capítulo Uno

Voy andando por la calle
Hay un agujero profundo en la acera
Me caigo
Estoy perdida... no sé que hacer
No es culpa mía.
Tardo siglos en salir.

Capítulo Dos

Voy por la misma calle
Hay un agujero profundo en la acera.
Hago como que no lo veo
Me vuelvo a caer.
No puedo creer que me haya caído Enel mismo sitio.
Pero no es culpa mía.
Tardo bastante tiempo en salir.

Capítulo Tres

Voy por la misma calle
hay un agujero profundo en la acera.
Veo que está ahí
Me caigo... es un hábito
Pero tengo los ojos abiertos.
Sé donde estoy
Es culpa mía
Salgo rápidamente.

Capítulo Cuarto

Voy por la misma calle
Hay un agujero profundo en la acera.
Lo esquivo.

Capítulo Cinco

Voy por otra calle. 


(Autobiografía en 5 capítulos breves, Portia Nelson).

Me encuentro con lo inesperado. No lo sé gestionar, me aturde, echo culpas a los demás. Invierto mucho tiempo en resolverlo.

Me vuelvo a encontrar con el mismo obstáculo, pero esta vez lo veo venir, y como me hago la loca, me meto de nuevo en él. Sigo sin admitir mi responsabilidad, pero salgo un poco más rápido del lío.

De nuevo el problema, entro voluntariamente, soy consciente, asumo la responsabilidad. Encuentro más rápido la salida.

Me encuentro con la misma dificultad, evito involucrarme emocional y físicamente. Me protejo.

Me aparto. Cambio. Se acabó el problema. 



martes, 16 de julio de 2019

CUANDO EL DOLOR SE QUEDA






A veces no se va.
A veces uno espera que el dolor se canse, se agote o se termine sin más.
Pero no siempre es pasajero, algunas veces viene para quedarse, encuentra una debilidad en el cuerpo, y se instala.
Y se fortalece con la resistencia.

Tiene que ser difícil convivir con el dolor.
Escucho testimonios de personas que lo padecen de múltiples formas, en distintas partes de su anatomía, con diversas intensidades, con orígenes conocidos y desconocidos... agotados de luchar contra él, de intentar entenderlo, de mitigarlo, de combatirlo.
Todos ellos con un factor común, un sistema nervioso estimulado durante demasiado tiempo,  hiperactivado ante continuas amenazas que ponen en riesgo su bienestar. Convirtiendo causa en consecuencia y creando un circulo vicioso con dolor emocional añadido, del que cuesta mucho salir.

Pero se puede modificar su intensidad,  uno puede dejar de luchar contra él y no añadir sufrimiento emocional al dolor físico,  uno puede acortar la distancia entre la vida deseada y la real, para evitar el desasosiego de sentir se está en el lugar equivocado. Se puede aceptar o cambiar. Se puede descansar la mente y relajar el cuerpo, se puede poner atención en otras sensaciones... hay cosas que se pueden intentar, en función de las circunstancias de cada uno, personalizando contextos y limites físicos y mentales, pero se pueden intentar.
Hasta que funcionen.

Porque seguro que hay dolores que no se van, pero quiero pensar que si el dolor se queda, va a ser él el que se adapte a nuestras vidas.
No al revés.







jueves, 20 de junio de 2019

MAPA PSICOLÓGICO



Desde la Filosofía primero  y la Psicología después, se lleva  hablando mucho tiempo de la importancia de conocerse bien a uno mismo, de investigarse y descubrirse para poder conocer a los demás también, nuestros resortes, nuestras filias y fobias, nuestros apegos y nuestros miedos más atávicos y profundos...

Pero,  por dónde empezar la tarea del autoconocimiento?

Te hago una sugerencia.
Termina estas frases.

Con las ideas que vengan a tu mente, no hace falta que las desarrolles demasiado, sin juzgarlas, sin reflexionar mucho, solo dejando salir la creencia a la que tienes asociado estos conceptos.

Un ejemplo:

 La vida...

- es injusta
- es un viaje a lo desconocido
- es un desafío constante
- es demasiado corta
- etc.

La primera idea que viene a la cabeza es la buena.
Empezamos:


1) La vida...
2) El hombre...
3) El dinero...
4) El amor...
5) La familia...
6) La mujer...
7) La salud...
8) El sufrimiento...
9) La pareja...
10) La vejez...
10) La religión...
11) El sexo...
12) La enfermedad...
13) La juventud...
14)  El trabajo...
15) Los amigos...
16) La belleza...
17) La madurez...
18) La muerte...


Habrá más, pero al menos de esos temas estaría bien tener una idea propia. Seguramente, si no la tenemos, o  la hemos elaborado en base a lo que pensaban otras personas o a lo que pensábamos en otras épocas de la vida, en otras circunstancias personales... conviene revisarlas.
Conviene encontrar respuestas personales con las que nos identifiquemos y que nos ayuden a encontrar un lugar cómodo en la vida.

Las que nos susciten crispación, las respuestas que de alguna forma denoten desánimo, pesimismo, ira... nos señalan esferas en las que sería aconsejable trabajar interna o externamente, hasta encontrar ese sitio confortable desde que mirar el mundo.

Ánimo con la tarea.
Que te guste lo que veas.



domingo, 2 de junio de 2019

CAMBIAR DE SUEÑOS



La ilusión nos alienta, nos estimula, nos mueve, nos empuja hacia una ruta por la que perseguir anhelos.

Pero en una realidad cambiante, el inevitable viaje de evolución interno, nos obliga a mutar de quienes éramos y eso exige, a veces,  renunciar a viejos sueños que nos atan a un pasado que ya no existe o a un futuro que no llega.

No es una renuncia fácil, es prescindir de alguna forma de nosotros mismos, es despedirse, cerrar una etapa, morir  un poco...

Pero hay que regenerarse.
Porque la vida sigue.
Como siguen las cosas que no tienen mucho sentido, cantaba Sabina.

Y como siguen las que sí lo tienen.

Podemos crear nuevos sueños, adaptados a nuestra etapa vital actual,  ajustando las expectativas a la realidad, siendo conscientes de los riesgos que tienen, de las renuncias que haremos, de los costes emocionales, temporales o materiales que nos supondrán y de los recursos personales que disponemos para hacerles frente.

Siempre podemos retarnos, ilusionarnos con el proyecto, con el trayecto y con la consecución.
Y si no lo logramos... cambiamos de sueño, revisamos, ajustamos mejor las variables  y empezamos de nuevo.

La clave es generar ilusión.

Decía Van Gogh que el entusiasmo es a la vida... lo que el color es  la imagen.

Hagámoslo bonito.
Pintemos colores.

https://youtu.be/yELLgDezNwY






viernes, 24 de mayo de 2019

CARENCIAS



Nacemos en carencia. El resto del tiempo buscamos completarnos.

Es un instinto básico buscar lo que nos falta.
Y si uno no es de naturaleza acomodaticia, la búsqueda no cesa y supondrá un reto conseguir el equilibrio en la vida.
Seguramente, será un equilibrio inestable.. y temporal.
Y en muchos de los casos, inconsciente.

Y todavía complicamos más las cosas cuando perseguimos opuestos, cuando conseguimos avanzar hacia un extremo y necesitamos su contrario:
actividad y calma,
seguridad y aventura,
diversión y tranquilidad...

Mal presagio para inconformistas.. alternarán periodos de éxtasis y desasosiego.
Mal presagio para conformistas... vivirán anestesiados una gran parte de sus vidas.


Quizás la clave esté en entenderlo y asumirlo, en aceptar límites razonables y temporales, en alternar búsqueda y descanso, en intentar disfrutar de lo que se tiene,  de lo que se siente o de lo que se es.
Con ese estado de semi-vigilia de perro guardián en reposo, que continúa  en alerta mientras duerme... para no desconectar de la vida.


Para continuar despierto y no dejar nunca de crecer, de aprender...  y de completarse.


viernes, 17 de mayo de 2019

BALANCE DE CUENTAS




Con cuántos favores antiguos se convalida una ofensa? o una decepción?

Hay personas a las que les caducan  los favores con demasiada rapidez.
O quizás todos llevamos mal las cuentas en alguna ocasión, cuando no estamos centrados...

Es como contabilizar solo las veces que por lo que sea, (con frecuencia se comete el error de no indagar) la otra persona no nos brinda el tiempo, el afecto o la atención que requerimos en ese preciso momento, ignorando el hecho de que sí lo haya hecho en alguna o muchas, ocasiones pasadas.

Recuerdo haber leído en alguna parte, que para cambiar un prejuicio, una primera impresión negativa de alguien, esa persona  debería cometer 5 actos consecutivos, favorables a nuestros ojos.

Me asusta la facilidad con que interpretamos agravios, con que personalizamos situaciones, con que grabamos airados muescas en nuestra memoria.
Y la sencillez con que se diluyen la entrega desinteresada, los favores del pasado... en tormentas internas, mal gestionadas.

Quizás tenga mas impacto el mal.
Sea más ruidoso, más teatral, más apocalíptico.
Quizás conecte con nuestros miedos mas profundos y nos haga más vulnerables.

Pero yo tengo fe en el peso de los actos silenciosos y constantes, en el efecto reparador del afecto con que se realizan y en su poder contra los envites del ego.

Así que si solo puede quedar uno...
Yo apuesto todo al BIEN.






viernes, 10 de mayo de 2019

BUCEAR LAS OLAS




Aprender a calmar la mente, mediante Mindfulness, meditación, atención plena o cualquier otra técnica que lo favorezca... es como aprender a bucear las olas.

Es pasar por debajo de la superficie, donde te arrastra y te zarandea la realidad llevándote de un lugar a otro, y encontrar un espacio que amortigüe el golpe, que reste intensidad a su envite y que te permita mantener cierta perspectiva.
Las olas seguirán estando ahí.. el mar batirá y rugirá con fuerza a veces, pero si consigues zambullirte y pasarlas por debajo, no te arrastrarán con la misma facilidad.

Ese es el efecto.

Esa es la recompensa a la mente que se abre a lo desconocido (quizás con escepticismo, pero sin prejuicio), la recompensa  la práctica y a la constancia, la recompensa a la curiosidad que te lleva a buscar dentro, lo que no encuentras  afuera.

Mantener una cierta serenidad situaciones adversas, tener un relativo control de nuestras emociones para evitar dar tumbos a la deriva en función de las circunstancias... eso es una parte importante de nuestro aprendizaje en este camino que llamamos vida.

Elige la manera de conseguirlo...



https://www.youtube.com/watch?v=g6OY_jTsQXg

https://www.youtube.com/watch?v=cJZz7_oU624



viernes, 5 de abril de 2019

EL PRECIO DE LA FELICIDAD



Todo empezó cuando la publicidad descubrió la forma de dejar de vendernos objetos para pasar a vendernos sensaciones, valores y sentimientos,  cuando pretendieron (y consiguieron en muchos de los casos) hacernos creer que a través de ellos podíamos conseguirlas: cervezas que potencian el sabor de la amistad, colonias que estimulan feromonas hasta limites insospechados, cremas que detienen el tiempo y te permiten alargar décadas la juventud, coches que empoderan y suben la autoestima... felicidad disfrazada con distintos ropajes, a cual más inapropiado para la vida real.

Te cuelan como consecuencia, la idea subliminal de que si no tienes o usas sus productos, tu existencia es infinitamente más insulsa y vacía que la de sus consumidores.
Te venden quimeras, atajos y escapes.
Y lo llaman felicidad.

Fue ahí cuando la lícita búsqueda instintiva de bienestar comenzó a denostarse.
Cuando el concepto de felicidad empezó a devaluarse y equipararse exclusivamente al concepto hedónico de la misma.

Nos salva que existe otro.

Felicidad hedónica vs felicidad Eudaimónica:

"Existe cierto consenso en la literatura a la hora de diferenciar dos tipos de felicidad en función de los medios empleados para alcanzarla.

Por un lado estaría la Felicidad Hedonista o Hedónica, vinculada al bienestar obtenido realizando actividades centradas en uno mismo, la autogratificación y la obtención de placer a corto plazo. Ejemplos de tales tipos de actividades serían comer, realizar compras o jugar a videojuegos, siendo todas ellas conductas que pueden generar dependencia cuando se practican de una forma no adaptativa o patológica.

Por otro lado estaría la conocida como Felicidad Eudaimónica, vinculada a la realización de actividades de tipo altruista y a la consecución de objetivos o gratificaciones simbólicas a largo plazo. Este tipo de conductas vienen también caracterizadas por dar sentido, significado y propósito a la existencia de la persona.
Ejemplos de este tipo de conductas serían todas las conductas prosociales, como ayudar a los demás o participar en actividades que tienen una repercusión positiva para la comunidad".
(Chistian de Selys lloret)

Va a ser difícil que la publicidad contamine esta última versión del a felicidad porque va más allá del ímpetu y las prisas, y fija su objetivo en valores que precisan tiempo, determinación y nobleza de espíritu.

La razón y la búsqueda del bien común nos protegen del aislamiento y del vacío al que nos condenaría una vida basada en la pronta satisfacción de los impulsos meramente personales.

Quizás esta idea no venda tanto... pero garantiza la serenidad.

Y eso no tiene precio.






martes, 19 de marzo de 2019

SHALLOW



Que la tecnología ha tenido un notable impacto en nuestras vidas es algo incuestionable.
Seguramente la onda expansiva continúa y eso dificulta ser conscientes de todo su alcance.

En comunicación ha supuesto una auténtica revolución, tanto para acercar el mundo y sus habitantes a nuestras manos, como para cambiar considerablemente las relaciones que mantenemos con los demás. 

Plataformas que se adaptan bien a mensajes cortos, contenidos superficiales, realidades paralelas,  contextos asépticos, gente que viene y va... pero que nunca podrán sustituir una mirada cómplice o una caricia sincera.

Nos facilitan la vida y se cobran a cambio una parcela importante de nuestro tiempo y un porcentaje de la calidad de nuestras relaciones. Como todas las cosas que generan bienestar, su abuso desvirtúa los beneficios, genera dependencia y resta libertad.  

Escuchaba hace poco en una entrevista a Pepe Villuela una reflexión personal relativa a este tema y me sorprendió la belleza y la profundidad con la que lo describía:

"El teléfono puede estar invadiéndonos y quitándonos intimidad e intensidad a nuestras relaciones, quitándonos verdad, restándonos presencia en momentos en que más importantes podemos ser para las personas que están con nosotros".  

Quitar verdad... restar presencia... son altos costes para una relación, sea familiar, de pareja o de amistad.

Yo, como Sabina, que no sé querer a medias, entregarme con medida, o conformarme con la mediocridad... que no me muevo cómoda en la superficie, busco conectar con las personas en lugares a donde no es fácil asomarse... a veces tengo miedo de que la tecnología nos convierta en una especie de zombies con muchos accesorios externos y un gran vacío interior.

Confío en que ninguna aplicación, pueda alejarnos nunca de nosotros mismos.




sábado, 16 de febrero de 2019

SUPERNOVA



Pasa el tiempo de esa manera suya tan caprichosa y arbitraria con la que estira algunos días, haciéndolos avanzar en lenta procesión… y con la que junta otros, transformando meses en instantes.

Y seguimos intentando aceptar, digerir y transformar tu ausencia... intentando buscar un sentido y una perspectiva amplia a la vida para que quepan situaciones imprevisibles, injustas y crueles.

Sin rompernos.

Me aferro a esa bella idea de Thich Nhat Hanh que dice que no se puede pasar de "Ser" a "No ser". Supongo que por aquello de que la energía ni se crea ni se destruye...
(Ver el enlace abajo)

Así que agudizo mis sentidos para identificarte a través de esas nuevas formas en las que te conviertes... y sé que será fácil, porque nada ni nadie podrá ocultar la luz con la que siempre has brillado.

Va a ser imposible no reconocerte.


https://youtu.be/wgbWiYXfbKE




viernes, 8 de febrero de 2019

REFUGIOS




Todos tenemos un repertorio variado de acontecimientos personales grabados en nuestra memoria emocional. A mayor impacto (positivo o negativo),  mayor nitidez y mayor lujo de detalles asociados.
Lógicamente, por una simple cuestión probabilística, cuando mayores nos hacemos, más huellas de este tipo almacenamos, con todas las asociaciones conscientes e inconscientes que conllevan.

Si por ejemplo una persona sufre un aparatoso accidente de tráfico, quedarán guardados junto con la emoción de miedo intenso: el lugar del siniestro, la fecha del mismo, el modelo del coche... y un montón de detalles más, relativos a ese episodio.
Tanto, que en su ausencia pueden provocar ecos de dicha emoción, de modo que volver a pasar por ese mismo lugar, ver o escuchar hablar de un accidente... puede reactivar ese miedo al instante.

Y lo mismo sucede con los acontecimientos positivos. Un lugar donde fuimos felices, personas con las que compartimos momentos intensos de alegría, emoción, amor... se quedan vinculados a un montón de detalles  y volverán esas emociones en forma de recuerdo, cuando un estímulo los rescate del sitio donde se encuentran guardados.

Ante eso estamos indefensos. Para bien y para mal, la mente los graba y no podemos hacer mucho para evitarlo.

Pero tenemos un arma muy poderosa también: podemos crearlos. Sin necesidad de que sean intensos, solo haciéndolos conscientes.

Podemos seleccionar momentos diarios de tranquilidad, de calma, podemos sentirlos y grabarlos.  Y recurrir a ellos cuando lo necesitemos.

Hubo un tiempo de mi vida en que para acudir a clase debía atravesar cada día la Plaza Mayor de Salamanca, y lo hacía centrada en mis asuntos y mis quehaceres cotidianos, hasta que un día fui consciente de la temporalidad, del privilegio de mi entorno, de la necesidad de atesorar ese instante... y grabé cada paso en mi mente, grabé la sensación de que no estaba de paso, sino que yo poseía el momento.

Han pasado muchos años y ahí lo tengo, nítido, a mi disposición, para trasportarme en un segundo a ese lugar, a ese tiempo.
Junto con otros...  un paseo al lado de la playa, un libro concreto, un banco al sol, una canción especial...

Podemos encontrar tranquilidad en nosotros mismos cuando queramos, solo tenemos que grabar instantes, cerrar los ojos... y aprender a buscarlos.



viernes, 1 de febrero de 2019

EL OTRO HOGAR



Siempre me ha parecido que una de las manifestaciones mas bonitas del amor, es la amistad.

De los hijos y de los familiares, se encarga el instinto, con intención de perpetuar la especie y proteger la manada, así que generalmente, no tenemos que hacer grandes esfuerzos para que fluya el cariño de forma natural.

El de pareja, edulcorado  con distintas dosis de romanticismo,  encubre un juego sutil de variadas necesidades mutuas que ambos van intentando cubrir, convirtiéndose muchas veces en un intercambio funcional de intereses cruzados y no siempre conscientes:
Tú me proteges y yo te cuido,
tú me valoras y yo te hago sentir especial,
tú me das cariño y yo te devuelvo seguridad,
tú me das pasión y yo te evito el miedo a la soledad,
tú me das... yo te doy.... combinaciones y permutaciones de elementos tomados de dos en dos.
Que dicho sea de paso, a veces dan resultados sanos y muy bonitos.

Pero otra cosa es la amistad.
En su forma más elevada.
Una vez liberados de atracciones, pulsiones, intereses e instintos... se crea un espacio limpio y  puro, entre dos o más personas para que se desarrollen y se expresen tal cual son. En el que todas se nutren simplemente, compartiendo y siendo.
Donde huele a hogar.
Donde no se espera nada, más que disfrutar de que el amigo está. Y si no está, no importa el motivo, porque es un lugar donde se respetan y se entienden los ritmos, los distintos tiempos, circunstancias o  etapas vitales, y donde siempre se celebra el regreso. Sea cuando sea.

Seguramente encubra la más bonita de las necesidades humanas:
la necesidad de amar... sin necesidad de ser amado.

viernes, 18 de enero de 2019

PAREJAS SANAS




Las personas que tienen muchas o muy intensas necesidades, del tipo que sean: afectivas, sexuales, de reconocimiento, financieras o familiares... inevitablemente dejan muy pocas opciones a sus parejas:
- o se las cubren invirtiendo un montón de tiempo, energía, esfuerzo o dinero...
- o sospechan que las conseguirán en otro lado, generándoles una inseguridad perpetua. 

Quizás desde el poliamor sea más fácil satisfacer un mayor número de necesidades... parece claro que eligiendo piezas de muchos puzles, completas antes el tuyo. No es la opción que yo elegiría para mantener un equilibrio personal o familiar, pero nada que objetar a la libre y consensuada decisión entre personas adultas y maduras que así deseen vivir su afectividad y su sexualidad.

Si lo que quieres es construir una relación  monógama y sana de pareja, entonces huye de las personas con necesidades elevadas, que no se complementan a sí mismas,  que siempre van a esperar más de ti y a desear más. Que te fagocitan. 

Si deseas tener y ser pareja, busca personas autosuficientes, que sepan y les guste generar bienestar por si mismos, sin muchas luchas internas que les obliguen a autocontrolarse constantemente, o a frustrarse por no obtener afuera lo que necesitan dentro. Que no sean esclavos de sus deseos, que se quieran y quieran compartir tiempo, intimidad y experiencias contigo. Sin agobios. Sin presiones. Solo por enriquecer aún más sus vidas. Y por colaborar a enriquecer la tuya. 
Así, garantizas la calidad del tiempo y del espacio que compartiréis juntos y también la tranquilidad cuando no lo estéis. Porque no tendrán cabida las inseguridades, ni las presiones internas por cubrir necesidades ajenas. 

Y trabaja en ti, para convertirte en una persona completa y sana. Y ofrecer lo mismo. 

Uno debe rebajar las suyas propias, si quiere darse a los demás, de lo contrario solo puede generar relaciones de conveniencia basadas en recibir cada vez más y más...

Porque también hay que saber y aceptar que hay personas y momentos que NO son para tener pareja.
Sino para trabajar en uno mismo.



martes, 1 de enero de 2019

LA ECUACIÓN DE DIRAC


(∂ + m) Ψ = 0

Ésta es la ecuación de Dirac, con ella se describe el fenómeno del entrelazamiento cuántico, que en la práctica quiere decir que: 
"Si dos sistemas interactúan uno con el otro durante un cierto período de tiempo y luego se separan, lo podemos describir como dos sistemas separados, pero de alguna manera sutil están convertidos en un solo sistema. Aunque se separen y estén a millones de kilómetros de distancia o a años luz, se siguen influyendo entre ellos".

A esto se le llama entrelazamiento cuántico o conexión cuántica:
"Dos partículas que en algún momento o de algún modo estuvieron relacionadas o unidas, siguen estando de algún modo relacionadas. No importa la distancia que haya entre ambas, aunque se encuentren en extremos opuestos del universo, la conexión entre ellas es instantánea."

Dejando a un lado la compleja explicación física, me interesa la licencia "romántica" del proceso, me gusta pensar que es así la huella que dejamos las personas unas en otras cuando compartimos experiencias, momentos y emociones... quiero creer que salimos trasformados da cada relación significativa y que cuando el tiempo y el espacio nos separa, de algún modo continúa la conexión, haciendo que nuestras vidas queden unidas en algún nivel profundo, donde se palpita al mismo ritmo. 

Ya lo decía la canción.
"Yo estoy hecho, de pedacitos de ti".

https://youtu.be/zvisX51IXZo

https://youtu.be/NPljHN0TTLk

https://www.google.es/amp/s/www.abc.es/ciencia/abci-logran-primera-entrelazamiento-cuantico-objetos-macroscopicos-201804290058_noticia_amp.html