Amor fati se podría traducir como Amor al destino.
O dicho de otro modo: Amar la realidad tal cual es.
Para hacerlo, debemos diferenciar claramente entre lo que está dentro y fuera de nuestro control.
Quizás podamos influir en el resultado de la cosas, pero no decidir cómo y cuándo queremos que ocurran.
La vida impone sus propias leyes naturales y conocerlas, aceptarlas y de alguna forma rendirse a ellas, abandonar la lucha contra la realidad... nos libera.
No pretendo encontrar gozo en la desgracia, pero sí renunciar a un universo creado por mis expectativas acerca de lo que debería de ser, de lo que deberían hacer los demás, de lo que tendría que ser yo misma.
La realidad ES
Las categorías la ponemos nosotros.
"Quiero aprender cada día a considerar como bello lo que de necesario tienen las cosas; así seré de los que las embellecen.
Amor Fati, sea este en adelante mi amor.
Que uno no quiera que nada sea diferente, ni hacia adelante ni hacia atrás, ni en toda la eternidad.
Que uno no se limite a soportar lo que sea necesario (aún menos disimularlo), sino a amarlo".
F. Nietzsche
Difícil tarea estoica, pero gran lección de vida.