jueves, 20 de junio de 2019

MAPA PSICOLÓGICO



Desde la Filosofía primero  y la Psicología después, se lleva  hablando mucho tiempo de la importancia de conocerse bien a uno mismo, de investigarse y descubrirse para poder conocer a los demás también, nuestros resortes, nuestras filias y fobias, nuestros apegos y nuestros miedos más atávicos y profundos...

Pero,  por dónde empezar la tarea del autoconocimiento?

Te hago una sugerencia.
Termina estas frases.

Con las ideas que vengan a tu mente, no hace falta que las desarrolles demasiado, sin juzgarlas, sin reflexionar mucho, solo dejando salir la creencia a la que tienes asociado estos conceptos.

Un ejemplo:

 La vida...

- es injusta
- es un viaje a lo desconocido
- es un desafío constante
- es demasiado corta
- etc.

La primera idea que viene a la cabeza es la buena.
Empezamos:


1) La vida...
2) El hombre...
3) El dinero...
4) El amor...
5) La familia...
6) La mujer...
7) La salud...
8) El sufrimiento...
9) La pareja...
10) La vejez...
10) La religión...
11) El sexo...
12) La enfermedad...
13) La juventud...
14)  El trabajo...
15) Los amigos...
16) La belleza...
17) La madurez...
18) La muerte...


Habrá más, pero al menos de esos temas estaría bien tener una idea propia. Seguramente, si no la tenemos, o  la hemos elaborado en base a lo que pensaban otras personas o a lo que pensábamos en otras épocas de la vida, en otras circunstancias personales... conviene revisarlas.
Conviene encontrar respuestas personales con las que nos identifiquemos y que nos ayuden a encontrar un lugar cómodo en la vida.

Las que nos susciten crispación, las respuestas que de alguna forma denoten desánimo, pesimismo, ira... nos señalan esferas en las que sería aconsejable trabajar interna o externamente, hasta encontrar ese sitio confortable desde que mirar el mundo.

Ánimo con la tarea.
Que te guste lo que veas.



domingo, 2 de junio de 2019

CAMBIAR DE SUEÑOS



La ilusión nos alienta, nos estimula, nos mueve, nos empuja hacia una ruta por la que perseguir anhelos.

Pero en una realidad cambiante, el inevitable viaje de evolución interno, nos obliga a mutar de quienes éramos y eso exige, a veces,  renunciar a viejos sueños que nos atan a un pasado que ya no existe o a un futuro que no llega.

No es una renuncia fácil, es prescindir de alguna forma de nosotros mismos, es despedirse, cerrar una etapa, morir  un poco...

Pero hay que regenerarse.
Porque la vida sigue.
Como siguen las cosas que no tienen mucho sentido, cantaba Sabina.

Y como siguen las que sí lo tienen.

Podemos crear nuevos sueños, adaptados a nuestra etapa vital actual,  ajustando las expectativas a la realidad, siendo conscientes de los riesgos que tienen, de las renuncias que haremos, de los costes emocionales, temporales o materiales que nos supondrán y de los recursos personales que disponemos para hacerles frente.

Siempre podemos retarnos, ilusionarnos con el proyecto, con el trayecto y con la consecución.
Y si no lo logramos... cambiamos de sueño, revisamos, ajustamos mejor las variables  y empezamos de nuevo.

La clave es generar ilusión.

Decía Van Gogh que el entusiasmo es a la vida... lo que el color es  la imagen.

Hagámoslo bonito.
Pintemos colores.

https://youtu.be/yELLgDezNwY