miércoles, 29 de agosto de 2018

ESTOICISMO



Pon un estoico en tu vida... que de hedonismo vamos sobrados. 


"La mayoría de la gente tiende a engañarse a sí misma pensando que la libertad proviene de hacer lo que le sienta bien o lo que fomenta la comodidad y la facilidad. La verdad es que las personas que subordinan la razón a sus sentimientos del momento son en realidad esclavos de sus deseos y aversiones. Están mal preparados para actuar con eficacia y nobleza cuando ocurren desafíos inesperados, como inevitablemente ocurrirán. "
                                                                                                           Epicteto 

Los estoicos tienen la receta para que no perdamos el sentido de nuestra vida corriendo detrás de efímeras quimeras.

Porque es sabido que sometidos a un bombardeo constante, vamos acercándonos, como quien no quiere la cosa, hacia los focos, acomodándonos poco a poco en una pasarela pública bastante cruel, donde todo es juzgado en base a criterios superficiales. Y eso nos aleja de nosotros mismos, de quien somos en esencia y de nuestra verdadera naturaleza.

Algunos principios estoicos nos hacen ordenar las cosas,  colocar el eje de nuevo en su sitio, resistir mejor los envites de la realidad y tener una perspectiva mas amplia para analizar los avatares de la vida. Y nos aportan la serenidad para afrontarlos

No pretendo con esto hacer apología de la austeridad, ni demonizar el ocio o las redes sociales. Hago uso (y abuso) de ellas y han aportado momentos gratificantes a mi vida, pero no renuncio a la perspectiva estoica que coloca cada cosa en su sitio. Y que pone la razón en el centro.

Tanto si lees con fluidez inglés, como si quieres invertir un poco de tiempo en  su traducción , te recomiendo la lectura de éste artículo (está el enlace más abajo) con algunos de los principios estoicos llevados al ámbito del deporte, pero que son extrapolables a la consecución de cualquier meta que uno se proponga en la vida:

- Planifica con antelación
- Evalúate
- Comprométete y establece tus puntos de partida
- Acepta los sacrificios
- Establece tu disciplina
- No pongas escusas
- Practica la dificultad a propósito
- Acepta los desafíos
- Entrena tus instintos
- Mira una panorámica mayor
- Céntrate en el aquí y el ahora
- Prepárate para la derrota


Artículo:  Estoicismo para atletas

"No me digas lo que has aprendido. Muéstrame los cambios".




viernes, 24 de agosto de 2018

INSISTENCIA



Perseverar para conseguir los propios objetivos, persistir en su consecución, es una causa noble que precisa de una serie de fortalezas personales como la paciencia, la voluntad, el tesón, la capacidad de sacrificio para hacer renuncias personales, la automotivación para regenerar ilusión cuando ésta se desvanezca... hasta aquí, es todo admirable.

Pero conseguirlos, no depende siempre, exclusivamente, de uno mismo. 

Cuando se necesita de los demás para alcanzar nuestros objetivos, y no les dejamos valorar a ellos su grado de ganancia o pérdida en los mismos o directamente no tenemos en cuenta las consecuencias que podemos generarles... insistir es faltar al respeto. Es no tener en consideración los deseos, las opiniones o las convicciones ajenas. 
Es como decir: "No me importa lo que tú quieras, si te presiono un poco más, conseguiré lo que yo necesito". 

Cuando se vuelve a la carga una y otra vez, se van rompiendo las resistencias que la educación, la prudencia o el temor, han construido en el otro, apelando a una parte de su bondad para que renuncie a sus derechos y satisfaga los propios, de una manera un tanto siniestra, empleando una forma sofisticada de manipulación y de acoso. Como también se utiliza cuando se sobrerreacciona enfadándose, dejando de hablar, o empleando cualquier otra manifestación directa o indirecta de ira, contra quien ejerce su voluntad de no ayudarnos a conseguir nuestro objetivo. 

La forma adecuada y sana es intentar convencer, teniendo en cuenta y exponiendo los beneficios que le pueden generar a la otra persona y/o a la relación que tienen, y siendo conscientes ambos del esfuerzo que les generará, de la fortaleza que se tenga y de la  recompensa que se genere. Es indispensable por tanto tener un grado mínimo  de conocimiento de la otra persona, y cuanto mayor sea éste, más ajustado será el análisis y mayor porcentaje de éxito tendrá la proposición. Éste modelo de abordaje, implica también aceptar la decisión que el otro tome, en el sentido que sea. Con el mayor respeto posible. 

Pero insistir se basa fundamentalmente en repetir de manera sistemática el mismo argumento, hasta que la "víctima" agota su capacidad de resistirse. De negarse. Se trata de un pulso sutil (y no tan sutil) para averiguar quien es más importante de los dos. 
Y no puede ser que el más importante sea el más pesado. Y que gane solo por utilizar tan dudosa artimaña. 

A veces, se cede por hastío, por evitar la tensión que genera negarse una y otra vez... y la consecuencia negativa es que se genera malestar, se crea una corriente de tensión interna que se manifestará más tarde o más temprano. Se acumula un pequeño (o gran) resentimiento, que afectará a la relación. A nadie le gusta sentirse manipulado, y el malestar tendrá una doble dirección, hacia uno mismo por doblegar bajo presión y no resistir lo suficiente y hacia el otro por colonizar nuestra libertad, como diría José Saramago, con tan pobre recurso. 

Nos gustan las personas con las que nos sentimos libres, con las que nos podemos expresar tal y como somos, sin coacción, reproches o juicios. 

Los demás no son instrumentos para conseguir nuestros fines. tienen sus propios sueños, sus propios límites y sus propias metas. Y si no son compatibles con las nuestras, lo más inteligente es apartarse y buscar otras maneras de satisfacer las propias necesidades, dejando que el otro también lo encuentre y que la vida fluya...

Sin tanta resistencia. 

viernes, 17 de agosto de 2018

QUIÉREME ENTERA



Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, verde y rubia,
y morena…
Quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!…
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda… O no me quieras!
Dulce María Lyonaz.

Amar a medias, a ratos, diseccionado partes, midiendo entregas...  no es amar. 
No se puede mercadear con algunos sentimientos. Podemos disfrutar de otras compañías a nivel superficial, sentir admiración, cariño, interés, curiosidad, atracción o deseo, y todo ello se puede ir  con la misma facilidad con la que vino. 
Es con el conocimiento del otro, de sus temores, sus fragilidades, sus heridas.. como el amor va profundizando;  no con las luces, no con los escaparates... es cuando se llega a la trastienda,  cuando uno se arremanga allí para ayudar a poner orden, cuando el amor nace y conecta.
Y lo hace, sin medir consecuencias. 
Nuestro ego se puede enfadar, revolver, contraatacar... puede alejarse, dejar de hablar, intentar alterar la memoria, anestesiar una parte, hacer ruido, enturbiarlo todo...  pero no puede impedir que el amor vuelva. 
Quiere enteras a las personas, si deseas que así te quieran. 
Sin recortes.
O no quieras. 


lunes, 13 de agosto de 2018

ATRACTIVO PERSONAL




En una ocasión escuché como alguien hizo un comentario agradable (relativo al físico) a una persona, para a continuación, añadir, como quien no quiere la cosa, que no aportaba mucha información respecto a ella, ya que no dependía de su voluntad, su esfuerzo o su saber hacer...  

Seguramente sobraban ambas, la alusión al físico (no es algo que nos competa, juzgar la belleza física de personas ajenas en voz alta, como si viviéramos en un concurso) y la explicación posterior, que la despojaba de toda validez como supuesto halago.

Pero así es.  El atractivo físico poco tiene que ver con  el atractivo personal. Pueden coincidir en la misma persona, pero no están directamente relacionados.

Uno es involuntario y aleatorio y otro tiene mucho que ver con las conquistas de valores personales, con las experiencias vividas y sus lecturas particulares, con la riqueza y la calidad de las relaciones que hayamos establecido...

Sin olvidar que vivimos en sociedad y que tenemos definidos unos cánones estéticos relativos a la higiene y a las normas de convivencia, nuestro atractivo dependerá de nuestro aprendizaje, de nuestra seguridad personal, de la capacidad que tengamos para resolver conflictos, de la madurez para controlar impulsos, de la nobleza, de la sinceridad que  limpia nuestra  mirada, de la energía que generamos con  nuestra ilusión, de nuestro equilibrio, de la forma que tengamos de encajar las adversidades, de nuestra bondad, de nuestra capacidad para reinventarnos...

Son muchas las fuentes de atractivo personal y seguramente necesitaremos varias vidas para completarlas, pero haciendo un buen trabajo personal, estoy segura de que el paso del tiempo hará de nosotros, personas bellas...

Con atractivo intemporal.

Del que deja huella...



miércoles, 8 de agosto de 2018

EXPLORADORES




Algunas creencias tienen raíces muy profundas. Nos dan consistencia, personalidad, estabilidad, fortaleza... y como pago, se cobran nuestra libertad.  Nos paralizan y nos impiden crecer, cambiar y movernos.

Cuanto más profundizan en nosotros, más nos limitan.

Pero una de las necesidades más básicas del espíritu es la de expandirse, la de curiosear por la vida y encontrar motivos con los que entusiasmarse y ser más uno mismo. Explorar, conocer, encontrar esa sintonía, esa sensación de: "aquí es donde quiero estar", "éste o ésta soy yo en mi esencia más pura" "ésto es justo lo que me gustaría estar haciendo en este momento". No otra cosa. Justo ésto.

Si lo reprimes, si reprimes esa voz que te avisa de que no estás cerca de encontrarlo y lo que es peor, ni siquiera estás en el camino...  encontrará la fuerza para que la escuches.
El instinto sabe como hacerlo.

Hace mucho tiempo nos sacaba de las cuevas y del entorno conocido para explorar nuevos territorios fértiles con los que garantizar la supervivencia.  Ahora nos agita, nos inquieta, nos perturba, nos angustia... para informarnos de que es hora de hacer cambios si queremos sobrevivir.

Es verdad que no siempre se dan las circunstancias, a veces es necesario esperar a que colaboren, pero si lo que nos paralizan son las creencias, la inercia, los deberías...  es hora de cortar raíces, tambalearse y buscar otro sitio donde crecer mas libres.

Somos nómadas, disfrazados de sedentarios.