No somos superhéroes (ni superheroínas).
Ni falta que nos hace.
Por si no tuviéramos bastante con la presión de tener que trabajar y acertar con el trabajo, emparejarnos y acertar con el emparejamiento, tener hijos o no tenerlos y acertar con la decisión, ser eternamente jóvenes, guapos, cool o no sé cuantos anglicismos más... encima, parece que tengamos la obligación de ser felices todo el tiempo. O simularlo, que no sé qué es peor.
Que una cosa es rebajar el malestar innecesario y otra ser impermeable a las circunstancias, perfecto, feliz, o cualquier otra utopía.
"Un poco de por favor", me superan las promesas de quimeras, en cualquier formato: anuncios, presuntos libros de autoayuda o cantamañanas pintureros. Queridos todos:
Reivindico el derecho a estar triste, sin estar enfermo.
A estar enfadado, sin necesitar tranquilizantes.
A tener miedo o inseguridad, sin sentir vergüenza.
A ser imperfecto y necesitar cariño...
Que vivir no siempre es fácil, no añadamos más presión con falsas expectativas.
Si no sonreímos hoy, ya sonreiremos mañana.
Estoy de acuerdo contigo... todo lo que es una obligación se enquista, incluso el ser feliz.
ResponderEliminarEl problema es que es demasiado fácil estar triste o enfadado, y quedarte sentado esperando que sepa Dios quién te haga sentir feliz de nuevo, cuando tu compras papeletas para seguir en la autocompasión...
Yo por eso intento ser feliz, y motivarme para ello, lo cual no quiere decir que tenga épocas y que también disfrute de un día llorando en la cama...
Es por quitar presión a la vida diaria... demasiados mensajes bombardeándonos con la necesidad de ser feliz. Está muy bien sentirse bien, pero tienen que tener cabida otras emociones, la vida es compleja a veces y uno puede tomarse la licencia de sentirse triste de vez en cuando. Somos humanos. Ahora, la disposición y la actitud, que no falte, esoy contigo.
EliminarGracias por tu comentario.