Recuerdo el impacto que me causó un documental titulado: "Comprar, usar, comprar", y sobre todo el asombro que me produjo escuchar en boca de algunos ingenieros informáticos cómo tenían que reducir la vida útil de sus productos muy por debajo de lo que sus conocimientos les permitían, con la finalidad de "obligar" al consumidor a deshecharlos y restituirlos una vez llegado el tiempo programado para su fin.
Me parecía maquiavélico incitar al consumo masivo con dicha técnica, y me asustaba ver cómo cualquier cosa se convertía en producto de usar y tirar.
La segunda parte, aún más preocupante si cabe, era la consecuencia de ese modelo productivo y tenía un impacto notable para la salud y el medio ambiente: trataba acerca de la acumulación de residuos (muchos de ellos tóxicos) y la generación de aunténticos países vertederos.
Así con todo, debo reconocer que el descubrir la finalidad, modificó (suavizando) mi visión sobre el asunto. La obsolescencia programada, supuestamente, se inició para reactivar la economía norteamericana disminuida como consecuencia de la Gran Depresión, y parece que cumplió con creces su objetivo al fomentar las compras y por tanto incrementar las cadenas productivas de numerosos objetos de consumo, con la elevada creacción de puestos de trabajo que ello supone. Entiendo que está bien sacar a la gente de la miseria.
Pese a todo, el coste para el medio ambiente, seguía siendo elevadísimo.
Seguramente la solución está en actuar a medio y largo plazo, para prevenir problemas futuros y reconstruir la naturaleza al tiempo que la utilizamos y destruimos (en el caso de que estemos a tiempo). Pero la mala noticia es que comemos a corto plazo, y es humano atender las necesidades básicas de la población que no dispone de recursos. Y entre otras cosas, eso se consigue generando empleo, o las condiciones idóneas para que los que tengan iniciativa y buenas ideas lo puedan crear.
Qué difícil encontrar una vía que atienda a todas las necesidades al tiempo, desde las inmediatas hasta las futuras.
Y qué importante.
El cómo hacerlo lo dejo en manos de las mentes preclaras y bienintencionadas que se quieran poner al servicio del mundo que habitamos. Les buscaré para darles mi voto y mi esperanza.
Pd: para los que no hayan visto el documental al que me refiero, aconsejo un bol de palomitas y 77 minutos de los que destináis a interesaros por el planeta en que vivimos.
Y si queréis, podéis comentarme vuestra impresiones.
El término "obsolescencia programada" se acuñó para lo que representa ese documental, básicamente productos tecnológicos, pero no es más que la adaptación forzada de otro concepto mucho más antiguo y que ha dado muchísimos más puestos de trabajo. La moda.
ResponderEliminarEl hecho de crear una necesidad artificial para que sustituyas una prenda de vestir que cumple perfectamente su funcionalidad básica pero ha quedado "pasada de moda" ha dado muchísimo dinero a muchísima gente y creado muchísimo negocio que ha generado muchísimos empleos.
Pero también deberíamos de mirar a Bangladesh y preguntarles por las consecuencias de ese consumo irresponsable de prendas de moda, de la contaminación con tintes tóxicos, y de las condiciones de miseria en las que se realizan esas prendas.
Y es un concepto que se ha llevado con más o menos éxito a otras industrias, el automóvil, la decoración...
El problema no es la obsolescencia programada, el problema a mi modo de ver es las pautas de consumo de la sociedad occidental y hasta dónde vamos a forzar el medio ambiente y si será entonces recuperable. ¿O de verdad crees que 1.500 millones de chinos pueden replicar los niveles de consumo occidentales? no digo si tienen derecho o no, si es justo o no. Hablo de que hasta ahora unos 300 millones de norteamericanos más otros 300 millones de europeos hemos generado ese nivel de degradación medioambiental. China son 1500 millones y India 1200 millones. Yo creo que o empezamos a cambiar pautas de consumo o esto acaba mal.
Pues en otros temas sí, pero en éste, no soy muy optimista, lo confieso. Creo que en occidente nos falta concienciación y no querer verlo es mucho más cómodo porque nos permite seguir con éstas pautas de consumo que tenemos ya normalizadas.
EliminarNo veo que se regenere naturaleza al tiempo que se destruye, y no quiero pensar que cuando nos demos cuenta del daño que se ha hecho... sea demasiado tarde.
Yo tampoco soy optimista en este tema. Creo que entre la comodidad, la ignorancia, la frivolidad... vamos a forzar hasta que cueste mucho recomponerlo otra vez. Seguramente haya generaciones de personas que les toque trabajar para hacerlo y su calidad de vida sea mucho menor que la actual.
EliminarA mí este tema ne trae loca. Nunca has oído a tu madre decir que tuvo una labadora que duró 20 años? y ahora si llegan a 10 es un milagro. No hablo ya del tema de los móviles porque ya es indignante, gastarte un montón de dinero en un móvil para que a los 2 años no puedas usarlo, es de verguenza y lo peor es que asumimos esa caducidad y pagamos por ella.
ResponderEliminarDe verguenza
Noelia
Entre eso y las modas nos tienen bien pillados, si. Alguien nos convenció de que las cosas tienen que ser así y que debemos de pagar alto por ello, y nos dejamos, grrrr
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