Definitivamente la autonomía afectiva y la industria musical no tienen mucho que hacer juntos... digamos que ésta última se alimenta de la confusión que existe entre amar y depender del objeto amado.
Amar es decidir compartir parte de tu tiempo con otra persona, porque suma, porque enriquece, porque complementa, por muchas cosas, pero no porque depositemos nuestra felicidad en manos de ella, ni porque nuestra existencia deje de tener sentido si no está. Por muy bonito que suene.
Es más, se puede ir... y nosotros también podemos hacerlo, precisamente ahí reside la gracia del asunto, en no hacerlo porque no queremos, no porque no nos lo permitan.
Es la dependencia emocional la que añade tintes de tragedia a la letra de muchos temas, es la que aumenta exponencialmente el dolor, la tristeza o el duelo experimentado por la separación del ser querido.
Veamos un ejemplo de tantos:
Título: "Sin ti no soy nada"
Autor: Amaral
Año: 2002
Estrofa: "Mi alma, mi cuerpo, mi voz,
no sirven de nada
porque yo sin ti, no soy nada..."
Que si tienes claro que es una licencia poética no hay problema, el lío está en que te pille con la guardia baja o con las hormonas efervescentes como sucede en la juventud... y entonces, te lo creas!
No obstante, entre tú y yo, entiendo que si el mensaje fuera:
"Sin ti tengo el mismo valor, mi alma mi cuerpo, mi voz, preservan su sentido intacto. Te echo de menos pero sin ti, tengo el mismo mérito..."
Quizás no tendría el mismo tirón ;) y vendería infinitamente menos... pero esa es la lectura que se debe hacer para no supeditar la autoestima al hecho de estar o no con alguien.
Suena menos romántico, lo sé, pero podemos vivir sin la persona amada...
Otra cosa es que nos apetezca hacerlo.
Algunas publіcaciones me interesaron bastante mass
ResponderEliminartodo hay que ɗecirlo ;)
Fսente ; luis
No había visto este comentario, perdón!
EliminarPor supuesto que hay que decirlo todo, a las duras... y a las maduras! Un saludo Luis ;)