Es importante saber cual es tu cometido en la vida, porque también lo es identificar y aceptar su fin.
Me encantaría llegar hasta el tramo dónde uno entiende que lo que tenía que hacer, ya lo ha hecho... no al anterior, pero tampoco al siguiente, justo hasta ese momento en el que se sabe que la misión está cumplida, en el que se puede asumir con naturalidad que el ciclo se cierra y queda la satisfacción moral de haberlo intentado o mejor aún... conseguido.
Después, me gustaría retirarme en silencio, como algunos mamíferos, a descansar en paz.
Sin miedo.
Porque lo que sí me asusta pensar es que cuando dejas de sumar, restas.
Eso sería realmente duro para mi.
Prefiero sentirme elefante que rémora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario