miércoles, 13 de marzo de 2013
DESENREDANDO...
Por mi profesón, tengo acceso a algunas almas atormentadas...
Es un privilegio que me dejen pasar a escudriñar en sus entrañas, a tocar unas veces queriendo, otras sin querer, resortes que airean sus miserias, a intentar desenmarañar nudos atados hace tiempo con manos firmes y artesanas y a observar como es su dolor de cerca, ese que sólo se ve cuando un@ habla sin temor, a corazón abierto.
Pero luego...
Cuando a lo lejos se atisba la luz, cuando se aplaca la pena y se tiene la suerte de participar de cerca en el proceso de reconstrucción de una historia personal.... Todo cobra sentido.
En esos ratos, me recargo y siento que tengo la mejor profesión del mundo...
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