Extraña especie ésta que nos ha tocado ser....
Donde uno reserva lo mejor de si mismo para las relaciones superficiales: las palabras amables, los mejores modales, las mejor de las sonrisas...
Shh!! no vayan a sospechar que somos quienes realmente somos!
El mundo al revés..
Después, cuando una relación profundiza, es cuando le depositamos la Confianza a las personas cercanas. Les decimos:" Toma! confío en tí! confío en que cuando conozcas todas mis miserias, mis mosqueos, mis eternos silencios, mis rarezas y mis intransigencias.. me seguirás queriendo!"
Cómodo, no??Y no tengo que hacer nada más....ah! "y si puedes, admírame, para que se siga fortaleciendo nuestro amor!"
Y así es como la persona amada, esa que estará a nuestro lado cuando enfermemos, que compartirá sinsabores y estrecheces, que nos dará aliento, apoyo, cariño.... la que deberíamos colocar en un altar y venerar eternamente... se encuentra a veces haciendo equilibrios con una pesada carga que no sabe manejar.
La confianza no puede servir de escusa para enmascarar otras cosas. No puede servir para justificar la mala educación, o la falta de higiene, o la grosería, o el egoísmo...
A aquellos que nos quieren, conviene sorprenderles con otras cosas, reservarles la mejor de nuestras caras, para que día a día, decidan seguir queriéndonos...
Mejor no esconder nada desagradable, y así no terminará saliendo. Por eso es tan importante ir trabajando por nuestra cuenta.
Extraña especie ésta... que todo lo complica.
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