sábado, 16 de febrero de 2013
OTRAS LECTURAS
Pero estaría bien saber leer también otras cosas...
El caso es que pocas veces los sentimientos llegan en estado puro y son de lectura fácil, lo normal es que se presenten varios al mismo tiempo, y se superpongan, y que además no sea el principal es el que se manifieste.
Por ejemplo me enfado, porque algo no sale como quiero, y al mismo tiempo me frustro conmigo por no saber solucionarlo, y a la vez me asusto porque vuelven mis miedos, o me entristezco porque no confío en mis fuerzas... ¿qué es prioritario?
La educación, como en tantas cosas, juega un papel crucial, pero de no haberlo hecho en la infancia, siempre estaremos a tiempo de aprender a ser honestos con nuestras emociones, a no enmascararlas, a no juzgarlas, a dejarlas expresarse libremente, sin fingir, y a observarlas con atención, para descubrir que encubren... sólo es cuestión de proponérselo.
Aprender a leer lo que hay detrás de un gesto, de un tono, de una determinada palabra... es importante, porque si no aprendemos a mirar, nunca podremos ver, ni entender.
Y nos quedaremos en la superficie.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Lo difícil es precisamente eso, saber observarlas, escucharlas e identificarlas, para gestionarlas adecuadamente. Como eso de identificar el sentimiento principal, cuando hay varios a la vez superpuestos y no es el principal el que se manifiesta.... Eso dónde se aprende???
ResponderEliminarMe quedo con lo del final, "si no aprendemos a mirar, nunca podremos ver". Esta conclusión a la que llegué yo hace años, la resumí en otra frase similar: "no hay como mirar de lejos para ver de cerca".
Enhorabuena por el blog ;)
Muy buena la frase, es verdad.
ResponderEliminarGracias Irene, parte de lo que sé, te lo debo a tí.