Del mismo modo que no nos identificamos con otros productos de nuestros órganos internos... que no somos nuestra sangre, nuestra bilis o nuestra orina.. tampoco somos nuestros pensamientos.
Tienen una gran influencia en nosotros, podemos y debemos orientarlos hacia la consecución de nuestros fines, hacia nuestro bienestar… pasan a través nuestro, muchos llegan involuntariamente, fruto de nuestros miedos, nuestros anhelos, nuestras experiencias... y después se van.
Otros alcanzan un nivel más profundo porque se asocian y se adhieren a emociones intensas... y persisten.
Podemos generarlos a voluntad, modificar algunos, olvidarnos de otros... pero de igual modo, ellos no son nosotros.
Son aliados o enemigos, nos generan angustia o calma... pero lo que realmente somos nosotros...
es lo que queda, cuando ellos no están.
me parece muy dificil..."pensar"en poder separar los "pensamientos" ¡uf en que lio me has metido!
ResponderEliminarNo es fácil... estamos muy acostumbrados a identificarnos con ellos.. pero nuestra esencia va más allá....
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