Es una de las frases más bonitas del mundo.
Pronunciada desde la consciencia, es capaz de sintetizar en tres palabras el conocimiento que tenemos de la otra persona, la percepción clara de sus potencialidades, nuestra fe en ellas y la fuerza motriz para convertirlas en realidad.
Casi nada.
Casi nada.
Decir confío en ti, incluso cuando ni esa misma persona lo hace... es hacer una enorme apuesta por el otro.
Pero también lleva implícita una gran responsabilidad, con uno mismo y con quien la pronuncia, porque genera automáticamente la posibilidad de defraudarle, de fallar, de fracasar en el intento.
Así que si le vas a dar la fuerza para intentarlo, dale también amor si fracasa, prémiale el intento, el esfuerzo y aliéntale a volver a intentarlo, si crees que lo conseguirá.
Empuja y recoge.
Independientemente de lo que ocurra.
Celébralo si se consigue o reconforta si no es así, con un abrazo que sepa a: "Sabía que lo intentarías con todas tus ganas. Estoy orgulloso de ti".
Porque esa es otra de las frases más bonitas del mundo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario