viernes, 13 de junio de 2014

VIOLENCIA SIMBOLICA




Leía hace unos días un interersante artículo acerca de la violencia simbólica.
Para los que no estén familiarizados con el término, es un tipo de violencia que se da cuando hay una relación de poder y tiene la particularidad de que no se ejerce de manera manifiesta, por lo que las víctimas participan sin saberlo de su perpetuidad.
Viene a ser como si el "opresor" delimitara un marco de influencia lo suficientemente amplio para que la persona sometida no sea consciente de la manipulación y se crea que goza de libertad, consiguiendo de ésta manera que la víctima no se vaya, ya que no siente la necesidad de hacerlo.

Un tema complejo que se presupone en algunos ámbitos, pero del que suele desconocerse el nombre. Sin embargo, el hecho de bautizarlo es fundamental para conocerlo y por tanto identificarlo cuando se percibe, cosa que tiene su dificultad porque se instala colándose subrepticiamente en forma de tradición o generando de manera subliminal necesidades de utópico alcance, presión para que intentes cubrirlas y supuestas soluciones mágicas que te proporcionará el mismo sistema que las crea.
La cuadratura del círculo, vaya. 

En el contexto del artículo, fundamentalmente las victimas son (somos) las mujeres, y la trampa se esconde detrás del mundo de la estética... Empieza con promesas de estados de ánimo supuestamente idílicos a los que se accede con el consumo de algún producto en concreto y termina con la imposición de cánones de belleza y modos de vida concretos que determinan los gurús de la moda y la cosmética (del cual sacarán un más que generoso rédito económico).

Nuestra libertad relativa consiste en conocer el sistema de juego, y decidir en que medida participar, sabiendo que no hacerlo esta penado socialmente con la alargada sombra de la desconfianza y en ocasiones con la ridiculización y la marginación. 

Alto precio. 
Sólo para auténticas valientes.


PD: aquí el enlace al que me refería: 







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