martes, 22 de octubre de 2013
INTERPRETES
Si no te gusta el mensajero, prescindes del mensaje?
Si el traductor desvirtúa el texto, reniegas del libro?
¿o por el contrario, intentas aprender su idioma?
Quizás sea una de las grandes diferencias entre la espiritualidad y las religiones: la primera, no precisa intermediarios.
Recurro a un extracto de uno de mis libros favoritos:
- "Permíteme explicarte la Buena Noticia que mi religión proclama.
El Maestro era todo oídos.
- Dios es amor, y nos ama y recompensa eternamente si cumplimos sus mandamientos.
- ¿Sí...? dijo el Maestro,
entonces la noticia no es tan buena, ¿no crees?"
(Anthony de Mello)
Quiero creer... no me lo pongáis difícil.
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