viernes, 2 de agosto de 2013

SIN PRISAS


Me llevo mal con el reloj
Entiendo que es práctico e indispensable muchas veces, pero en cuanto puedo me libero de su tiranía.
Bien pensado la verdad es que me llevo mal con los números en general.... esos que limitan las experiencias, y apresuran la vida. 

Y creo que me pasa por ser puntual.
Matizo: pasaba.
Porque lo soy y eso me ocasionaba mucha más presión que satisfacciones, seguramente porque no manejo el noble arte de tener prisa y conservar el buen humor.
Así que, el reloj y yo hicimos un pacto: le dejo organizar mi día a día en "calendario laboral" y  en cuanto toca tiempo de asueto, cambio la unidad de medida... por una más flexible. Entonces son las actividades las que marcan las pautas, con sus distintos ritmos, y no él, el que determina su duración.

Porque no  entiendo que me saquen el crono en contextos sociales... mejor espérame o te espero, es un sitio bonito y cómodo y dame un margen (yo te lo doy)
Y mientras, saca un libro o tómate algo y...  disfruta de la espera.

 




5 comentarios:

  1. Si como dices, no manejas el noble arte de tener prisa y estar de buen humor, me sorprende que creas que concedes un margen a nadie cuando tengas prisa... porque la sociedad en muchas ocasiones te marca una hora, una hora a la que empieza el cine, a la que sale el autobús, a la que hay que estar en el restaurante por la reserva...

    En esas ocasiones en que estés esperando a alguien y lo veas llegar tarde espero que sepas coger un libro, jaja



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  2. No, no... Por eso matizo la diferencia entre días laborales y días de descanso..en estos últimos es muy difícil que alguien quede conmigo a una hora exacta...

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  3. No obstante yo no creo que la prisa venga impuesta por los demás, es algo propio, interno. Una mala gestión del tiempo propio, querer hacer demasiadas cosas en poco tiempo o atender a demasiadas personas, necesidades,... por encima de nuestras limitaciones personales.

    No hace falta tener prisa, solo hace falta renunciar a determinadas actividades, compromisos, personas, y tomarnos nuestro tiempo con más calma. Tampoco renunciar a todo, solamente a aquellas cosas a las que no podamos llegar sin prisa.

    No creo que fuera de tu calendario laboral haya mucha gente capaz de imponerte un férreo horario inamovible y que no seas capaz de cumplir. Y si hay alguien así, quizás deberías de saber decirle que no. ;)

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  4. No, gracias a Dios no hay muchos... Pero ya sabes lo que decía aquel: "hay gente pa'tó"

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