Los sentimientos nos aportan una información muy valiosa acerca de nosotros mismos...
Información que no siempre conocemos, por eso no se deben juzgar, ni disimular, ni mucho menos reprimir, si no OBSERVAR. En sí mismos no son malos ni buenos, (sí son evaluables los comportamientos que originan) y generalmente, obedecen a un proceso o conflicto interno que es interesante analizar.
Si me pongo muy triste hay una interpretación de PÉRDIDA.... tengo que pensar: ¿qué he perdido? ¿una ilusión? ¿el afecto de alguien? ¿un status? ¿qué? Precisaré un tiempo para adaptarme a la nueva situación, para aceptarla. O para relativizar la pérdida, y desapegarme de la idea o de la necesidad que la origina.
Si me angustio, o me preocupo en exceso, detrás hay una interpretación de AMENAZA... ¿cuál es la necesidad que percibo que está amenazada? ¿Por quién? ¿es real o imaginaria? ¿está en mi mano solucionarlo?
Y si me enfado.... tengo que pensar: ¿Qué NO estoy aceptando? ¿necesito que las cosas sean como yo quiera?
Quizás, el problema sea que tengo que rebajar "NECESIDADES"....
Tienes el mapa, si te interesa el tesoro... busca.
Supongo que es más fácil reprimir los sentimientos que los comportamietos ¿no?
ResponderEliminardigo fácil, no que sea lo óptimo...
Claro, tú lo dices, que sea más fácil no quiere decir que sea lo mejor... Mejor, si hay algo que reprimir, que sea la conducta, porque nos hayamos entrenado en contener la respuesta cuando algo nos irrita, por ejemplo.. Pero mejor todavía, ir a la causa, para evitar que ese sentimiento surja con esa intensidad, si conseguimos hacer que nuestras necesidades se conviertan en deseos (cosa que se empieza a hacer siendo conscientes de ellos y razonándolos un poco) ya no tendremos que recurrir a la represión.
EliminarDa mucha mas información el análisis de un sentimiento, pero hay que dejarlo salir..... sin juzgarlo. Sería algo así como decirnos: "vale, ahora estoy enfadado por esto, voy a permitirme estarlo"... y aunque suene extraño, el simple hecho de dejarle salir, lo disminuye.