martes, 12 de enero de 2021

LA CAJA DE PANDORA




A veces toca bucear en uno mismo para rescatar emociones alejadas.
Esas que de manera natural y despreocupada aparecen en la primera parte de la vida, sin ningún esfuerzo. 

En ocasiones tengo la sensación de que la segunda parte de la vida consiste en reconquistarlas, en forzar su aparición, en invertir una cantidad cada vez mayor de esfuerzo, tiempo y dinero para que no queden sepultadas en el fondo de nuestra vasija, como le pasó a La Esperanza, en la después traducida  como "caja" de Pandora. 

Al contener todos los males en su interior, siempre quedará la duda de si ella, la Esperanza, fue incluida intencionadamente como uno más, por esa connotación escapista que tiene de evadir la realidad, que impide centrar y aceptar que las cosas no son como queremos...  o bien al contrario, la escondieron en el fondo como un último reducto de motivación final, a la que agarrarse cuando todos los males acechan. 

La alegría, la ilusión, la esperanza... ¿son pues emociones inherentes a unas determinadas etapas de la vida y por tanto uno debe resignarse de manera estoica a la paleta de grises conforme avanza? ¿Está bien alejarse de la despreocupación y del  hedonismo, que evidencian una cierta inmadurez  (cuando no ridículo directamente), en la etapa adulta? ¿debe uno aquietar su espíritu, hacer las paces con la realidad y moverse plácidamente por emociones más sosegadas? ¿renunciar a ser despreocupado y feliz como lo fue en su día?  ¿perseguir de manera infantil emociones que por contexto, nunca más pueden ser conquistadas?
¿O debe esforzarse porque no queden sepultadas?

¿Es pues un acto infantil desesperado o el mayor signo lucidez? 

Una y otra vez compruebo, que cuando uno va apartando y resolviendo obstáculos y dificultades, la alegría innata del ser que fuimos (y somos), vuelve a conquistarlo todo, sin ningún esfuerzo.
Está ahí, agazapada, esperando... que resuelvas, que no te enredes mucho en patrones antiguos, que te liberes, que abras la mente y que avances.

Que despejes el camino... 
para que ella vuelva.  




3 comentarios:

  1. La esperanza es un sentimiento irreal que uno se aferra sabiendo que es mentira ls cosas son como son y pasara lo que tenga que pasar y cuando.nos demos cuenta de ello sabremos seguir adelante sin eaperanza pero con la realidad buena o mala porque no todo va a ser ftal en esta vida como me has dicho hay mas vidas en nuestra vida

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, caben muchas vidas en esta, eso lo hablamos muchas veces, pero no estoy segura de que perder la esperanza sea la solución, sino asegurarse de que los sueños sean realistas, que poniendo energía, tiempo y amor... se pueden conseguir.
      Esos sueños, para mi, son fundamentales.
      Las metas utópicas, o las que dependen de los demás.. hay que darles un margen amplio de garantía.

      Eliminar