Parece que los estudios son claros respecto a la idea de que las personas que son capaces de perdonar son más felices y están mas sanas que las que no quieren o no logran hacerlo.
La mayoría de los adultos, acumulamos agravios, una especie de muescas emocionales provocadas por personas significativas de nuestro entorno cercano, que nos van dejando la piel fina y vulnerable a cualquier roce... y es por eso que periódicamente reaparece la herida.
Y nos deja en la tesitura de elegir entre tres opciones:
- Permitir que esa persona siga teniendo poder sobre nosotros, sobre nuestras emociones y sobre nuestros actos, lo que implica seguir atrapado en un problema sin resolver.
- Alejarse completamente, lo cual genera un gran vacío que requiere fortaleza para gestionar.
- Enfrentarse al resentimiento si se decide perdonar. Poner nuevos limites que nos protejan y seguir con nuestra vida.
Esta última generalmente es la mas aconsejable.
Por qué es tan importante perdonar?
Porque cuesta mas trabajo y desgasta mas el cuerpo y la mente agarrar el resentimiento que dejarlo ir. Perdonar y dejar lo que nos ha hecho daño es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos. Cuando alguien perdona renuncia a la ira a la que tiene derecho a sentir y hace un regalo a quien no tiene derecho a exigirlo.
A cambio se libera de algo que le hace mucho daño.
Uno de los obstáculos mas frecuentes a la hora de perdonar, es tener una idea equivocada de lo que es el perdón.
Elsa Punset en "El libro de las pequeñas revoluciones" recoge las conclusiones a las que el psicólogo Robert Enright y sus colaboradores llegan al respecto y con las que no puedo estar mas de acuerdo:
* Para perdonar no hace falta olvidar ni quitar importancia a la ofensa. ni llegado el caso, renunciar a la justicia legal o reprimir los sentimientos de dolor.
* Para perdonar no hace falta que quien ofendió admita que lo ha hecho, que pida perdón, o que quiera cambiar de actitud.
* Para perdonar no hace falta (y en ocasiones seria inapropiado) que haya reconciliación. Eso implica un nivel de confianza que no siempre es aconsejable.
* Para perdonar no hace falta decírselo a la persona perdonada (tal vez ellos ni siquiera quieren ser perdonados).
* Perdonar no implica que apruebes lo que ha hecho el otro. No justifica de ninguna forma su comportamiento.
* Puedes perdonar sin olvidar.
* Perdonas ante todo, y en primer lugar, porque es mejor para ti.
Perdonar es dejar ir aquello que te sigue haciendo vulnerable a los demás.
Es decir: "Sé lo que has hecho y me ha dolido, pero no voy a permitir que me haga mas daño".