Dicen que mato al gato... Pero sospecho que el resto murió de aburrimiento.
Ningún índice mejor de riqueza interna que las ganas de saber, de conocer personas, lugares y actividades nuevas, el interés por el mundo (exterior e interior) y la relación que existe entre las cosas. En la naturaleza lo que no crece, está muerto... puede que con las personas ocurra algo similar.
Y no es preciso disponer de tiempo o de recursos... hablo de la disposición de aprender, de la actitud de estudiante perpetuo que escucha con atención las personas que le rodean, que se cuestiona la veracidad de algunas cosas y se alimenta de nuevos conocimientos.
Dicen que cuando el alumno está preparado.... aparece el maestro.
Será verdad.
Será verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario