Está claro que los contenidos educativos, como las leyes, para que no queden obsoletos, deben evolucionar como lo hace la sociedad. Seguramente necesitarán otro ritmo, pero estaría bien que acompasaran en la medida de lo posible, la marcha.
Una formación integral, que forme de la persona desde su más tierna infancia, tiene que atender, a parte de los contenidos académicos que se estimen oportunos, en el contexto histórico en que se enmarquen, a otras asignaturas que se centren en mejorar el valor intrísnseco de la persona.
Si no se puede garantizar la transmisión de algunos contenidos fundamentales a través de la familia, por el motivo que sea, está bien que se intente desde las instituciones que velan por nuestra educación.
Al fin y al cabo, se supone que la finalidad es formarte para encontrar tu sitio en la sociedad, así que cuanto mejor lo hagan... mejor resultado dará.
Estas son las asignaturas que considero, deberían formar parte del contenido curricular:
- Autoestima: Pocas cosas más importantes que estar cómodo "en la piel que habitas".
- Hablar en público: Favorecer que una vez que se tengan los conocimientos esperados, una persona sepa transmitirlos, a cuantas más mejor.
- Duelo: Saber gestionar un proceso, asociado a una pérdida por la que todo el mundo pasará tarde o temprano. Es importante saber como vivir un duelo, no evitarlo.
- Solución de conflictos. Asertividad: Maneras eficaces de solucionar problemas, con el menor coste emocional, atendiendo a las partes.
- Comportamiento cívico: Que favorezca la convivencia entre iguales, como el respeto a lugares y normas comunes, así como vías para modificarlas de no estar de acuerdo.