EXCUSAS....

Lo a gusto que se queda uno cuando llega a la conclusión de que son los demás los que nos causan todos los males.
Y lo poco que aprende...

Sería estupendo vencer esa resistencia que supuestamente nos protege de un daño emocional, pero que en realidad nos está privado de la oportunidad de crecer, de responsabilizarnos de nuestra vida y de intentar cambiar las cosas que no funcionan.

Por que si yo no tengo nada que ver... ¿quién me garantiza que no vuelva a ocurrirme? ¿quién lleva el control de mi vida? ¿tú? ¿los demás?

Merece la pena intentarlo, merece la pena buscar los actos que nos conectan a nuestras circunstancias... para descubrir que muchas veces, somos capaces tanto de generarlas, como de modificarlas.
Eso nos devuelve el bastón de mando y nos permite mejorar, porque en contra de lo que tememos, reconocer nuestra responsabilidad,  no sólo NO nos convierte en personas vulnerables, si no todo contrario, nos fortalece y nos humaniza.

Así que menos "es ques..."  y más" hay ques..."

ABUELOS

Pertenezco a ese grupo privilegiado de gente que disfrutó de ellos durante un tiempo fundamental de la vida...
Se amontonan en mi cabeza piruletas de azúcar requemado, juegos de cartas, caras sonrientes en manteca casera, sorpresas bajo la almohada y un montón de risas y palabras sabias...
Adoro cada recuerdo que me une a ellos.

El único inconveniente de tener abuelos geniales es que coincidimos en etapas vitales distintas, con diferentes ritmos y escalas de prioridades. Generalmente la adolescencia y la juventud te consumen casi la totalidad del tiempo libre, y es precisamente cuando ellos disponen de todo el del mundo... y a veces, se encuentran las prisas con la calma.

De no ser su nieta, me hubiera gustado ser su hermana o su mejor amiga,  para haber crecido con ellos, y envejecer a su lado, para no tener esa sensación de que cuando supimos lo que nos importábamos,  quedaba poco tiempo...

Pese a todo, les sobró para transmitir su entrega, su cariño, su sentido del humor y su eterna disponibilidad...
Atesoro todos y cada uno de los momentos que pasan por mi mente, en los que ellos aparecen.

PREPARADOS, LISTOS, YA!!

Rápido! crece, estudia, trabaja,  cásate, compra una casa, ten un hijo, otro,  prospera laboralmente! (no vaya a ser que no seas "normal")... e intenta hacerlo con una sonrisa perfecta, una juventud perpetua y una cartera abultada.
Son algunos de los mensajes con los que nos bombardean desde la infancia. Y desde distintos frentes...

Buf!!!
Rompe el guión... por donde tú quieras... a la porra!

Avanza, retrocede o da vueltas sobre tu eje si te apetece, pero decide tú como vivir tu vida.
No garantiza la felicidad seguir un rumbo que no marcaste,  si tienes la sensación de que las piezas no encajan, rompe el molde! busca otro que se adapte mejor a la forma que deseas...
Los proyectos vitales son personales,  cada uno debe decidir cómo, donde y cuándo quiere qué... y luchar por conseguirlo.

Escribe tu historia.

ESPERAR

Esperar....
Primero un instante, después un momento y más adelante el tiempo que haga falta...
Esperar entre lo que sucede fuera de nosotros y la respuesta que le damos.

Asegurarnos de que decimos o hacemos lo que queremos decir o hacer...
Eso estaría bien.

No sacar toda la espontaneidad de nuestra vida, pero sí explorar otras maneras de tomarse las cosas, con mas perspectiva... centrarnos en la emoción que nos surja y tomarnos un tiempo para decidir de que forma reaccionamos, para elegir el comportamiento que nosotros queramos.
Al menos antes de caer en una tentación que después nos pasará factura o antes de dar una respuesta airada sin haber analizado bien las causas...

Esa clase de impulsos estaría bien postergarlos.
Estaría más que bien.
Sería genial.

BRUÑENDO....

A cambio, si tu me aceptas como soy,  prometo intentar mejorar las cosas de mí que chirrían...
Prometo no  relajarme cuando consiga tu afecto.

Nunca me gustó el "yo soy así" y a quien no le guste que no mire... ¿qué clase de actitud de mejora es esa? no parece decir mucho de lo que nos importan los demás... o mejor dicho, sí lo hace.
Prefiero hablar de comportamientos, es mucho más abordable como objetivo que una "manera de ser".

Asumo que me puedo comportar como una persona inmadura, egoísta, prepotente, insegura o un montón de cosas más (y que de mi depende el dejar de hacerlo) pero no asumo que lo sea. Porque también me puedo comportar de manera madura, generosa,  humilde, segura o un montón de cosas más y eso también cuenta.

Y si alguno de esos comportamientos, u otros,  obstaculizan, enfrían o enrarecen una relación que me importe, entonces procuraré modificarlos.

Porque junto al noble propósito de que nos quieran con nuestros defectos, estaría bien tener ligado el no menos noble de intentar cambiarlos...

IMPERFECTOS

"Quiéreme cuando menos me lo merezca, porque es cuando más lo necesito..." La escuché hace mucho tiempo y la incorporé automáticamente a mi ideario personal. Porque creo que define de manera impecable lo que se espera de las personas cercanas cuando uno se equivoca (y lo que deberían de esperar ellos de uno, indudablemente)

¿Tiene algún mérito querer a una persona perfecta?

Las personas perfectas no se enfadan, no dudan, no tropiezan, no se quejan y no existen.
El resto, los que sí existimos, nos equivocamos, nos confundimos, caemos y somos vulnerables. Y queremos que pese a todo, nos quieran...

Dudo mucho que exista algún tipo de aprendizaje que no contemple un margen de error... y conozco pocos más complejos que el de las relaciones humanas, así que...  ¿sería mucho pedir que tuviéramos un poco de paciencia y comprensión con las personas que queremos y con nosotros mismos? quizás después de varios intentos,  consigamos querernos tal como somos.

MIEDOS

A veces toca enfrentarse a nuestros demonios...

Están ahí, agazapados, te enseñan de vez en cuando la pezuña pero te permiten seguir con tu vida, hasta que un día, sin previo aviso,  se cansan de tanto anonimato y deciden aparecer, para regocijo del personal.

Se plantan delante y los miras (que no es poco) y vences la tentación de salir huyendo, que es lo que realmente te gustaría. Pero si  te fijas con detenimiento, si sostienes con fuerza la mirada, descubres que ya no tienen los bordes tan definidos. Aparecen poros y fisuras,  quizás porque nos acompañan desde hace mucho tiempo, y envejecen con nosotros....

Pero nosotros tuvimos la oportunidad de ir aprendiendo, de ir puliendo aristas, de fortalecer inseguridades... y ellos no. Se limitaron a acompañarnos sin más trabajo.

Así que espada en mano, cual caballero medieval,  toca afrontar el reto, seguramente sin saber que con el simple hecho de intentarlo,  la batalla esta ganada.... y el demonio desaparece.

LA VERDADERA FUERZA

Si hay algo que me conmueve, es la gente que contribuye desinteresadamente , a mejorar el entorno en el que viven,  y a facilitar la vida a los demás. Esas personas me desarman.
Creo que son el verdadero motor del mundo.

Hace poco en un documental de redes, que refería Concha Barbero en su muy recomendable blog "Silencio Activo", el escritor Mark Stevenson describía después de un estudio de 2 años, las características comunes de las personas optimistas pragmáticas.. esas que según él, no se limitan al ver las cosas, sino que intentan cambiarlas.
Ellos no eran conscientes de que poseían esos rasgos,  pero todos los compartían.

Uno de dichos rasgos, es que todas esas personas están comprometidas con una actividad que trasciende sus vidas. Da igual que sea un desempeño para la comunidad en la que viven, el cuidado de una persona necesitada,  un compromiso con el medio ambiente o cualquier otra causa... esa capacidad de implicarse en proyectos que van más allá del propio interés personal,  es una de las características fundamentales que las definen.

Por suerte, me he encontrado con algunas de esas personas a lo largo de mi vida, que ofrecen su tiempo, su dinero o su saber hacer, a los que lo necesitan, o no lo tienen...

Y seguramente ésto tampoco lo saben,  pero por donde ellos pasan, dejan un rastro de luz y el camino aparece.....


Os dejo aquí el enlace por si a alguno le interesa:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-claves-para-enfrentarse-mundo-hoy/1714673/

¿SOMOS LIBRES?

En alguna medida, sí.

En la medida que nos dejan los horarios, los hábitos y las necesidades creadas.
Y el pasado, los cromosomas, y los apellidos... y la época en que vivimos y el lugar concreto en que el azar determinó que naciéramos... Buf! no parece que quede mucho espacio para la libertad visto así, no?

Pero para las cosas realmente importantes, somos libres.
Libres para comprometernos o no hacerlo,  con una pareja, con un proyecto personal, con una causa social, o  con lo que sea.

Decidimos constantemente. Y desde hace mucho tiempo...

Decidimos que nos gustan algunas personas y las incorporamos a nuestras vidas.
Decidimos si queremos cambiar o no, si queremos seguir aprendiendo,  si nos quedan ganas o fuerza para seguir en el mismo sitio, para seguir luchando o si abandonamos.
Si nos levantamos, si volvemos a empezar de nuevo!!
Y siempre, siempre,  podemos elegir la forma en que queremos ilusionarnos...

Eso es libertad, seguramente condicional, pero LIBERTAD.

PUNTUALIZANDO...

 

 

"No hacer a los demás lo que no nos gustaría que nos  hicieran a nosotros".

En principio parece buena idea. Mensaje directo y simple.
Pero hay algo que no me acaba de convencer... ¿significa ésto que a todos nos molestan las mismas cosas?
Mira que somos muchos...

No digo yo que sea más fácil, porque requiere cierto conocimiento del otro, pero ¿no estaría mejor  la frase "No hacer a otra persona lo que a ella no le gustaría que le hicieran?" En principio, si lo podemos evitar, facilitaría bastante las cosas.

Yo creo que todos tenemos una lista mental, consciente o no, de cosas que nos irritan, y van gradualmente ordenadas de pequeñas molestias a intolerancias totales, sólo hay que cumplir unas cuantas para sacar lo peor que llevamos dentro.

Al menos las propias y las de las personas que queremos, deberíamos controlarlas. Es más, las propias deberíamos intentar reducirlas.

Nos simplificaría  mucho la vida...