martes, 27 de octubre de 2015

¿CUÁNTO DURA UN "TE QUIERO"?



¿Qué alcance tiene esta expresión? ¿Se refiere sólo a ese preciso momento? 
Equivale a decir:  "¿Te quiero ahora?"  o tiene un periodo de validez superior... digamos, ¿unos días? ¿un mes? ¿quizás un año? ¿toda la vida?

¿Hasta cuando puede uno reclamar legítimamente el efecto de su radio de acción? 

Lo cierto es que podemos dejar de hacerlo, de querernos, me refiero. 
No existe garantía perpetua, (cosa que evita que más de uno y una, vivan de rentas antiguas) así que existe alguna posibilidad, por remota que sea, de que cuando se pronuncia, sea la última vez que se dice... o se escucha. 

Conviene verbalizarlo en momentos de complicidad, a modo de recordatorio, no como mera coletilla vacía de significado, sino como colofón a una escena especialmente emotiva y cercana. 

Entonces la clave para responder a la cuestión inicial es garantizar la creación de esos momentos en los que decir Te quiero es tan sólo una mera redundancia. Su eco durará (puede que debilitándose lenta y progresivamente), el intervalo que tardemos en generar la siguiente situación propicia y volvamos a repetirlo.

Supongo que no hace falta decirlo. Como tampoco hace falta el Arte... pero es tan bonito! 

¿Que sentido tendría renunciar a ello? 



viernes, 9 de octubre de 2015

MAS ALLÁ DEL PERDÓN



Algunas veces, y solo algunas, se cometen actos intencionados con la finalidad de infringir un daño a alguien. Pero yo creo que son las menos.
La inmensa mayoría se hiere por miedo, por inseguridad, por ignorancia, por ofuscamiento... y no siempre de manera consciente. Y es ahí donde el perdón no termina de convencerme. Intentaré explicarlo.

Es relativamente fácil  perdonar a un ser querido cuando se arrepiente y manifiesta en un acto de humildad el reconocimiento del agravio... (salvando las agresiones físicas y psicológicas). En ese caso,  reconozcamos que el papel lucido es el de la persona ofendida, que se sube al estrado, firma la sentencia y determina finalmente si impondrá una pena asociada al indulto y en caso afirmativo, cuáles serán su naturaleza y duración.
No puedo evitar cierto tufillo a ego...

Pero el ofensor no siempre lo sabe, no siempre ha hecho un ejercicio profundo de introspección y autoconocimiento.... no siempre puede reconocer su error.
Su ofensa nos brinda la oportunidad de conocerle un poco mejor y de poder disculparle desde el silencio, desde el ejercicio de la comprensión del otro.. sin necesitar como condición su reconocimiento o su pesadumbre. 

Perdonar cuando no hay petición expresa de hacerlo... más aún, concluir que no hay nada que perdonar. 
Eso es un acto sincero de amor.