viernes, 21 de febrero de 2014

DESTINO

  


No creo en el destino.

No creo que nada ni nadie se haya tomado la molestia de escribir tantísimas trayectorias vitales, 
ni creo que seamos tan predecibles.
Creo que las cosas cobran sentido cuando se miran en retrospectiva, ahí se ven bastante claros los recorridos, los puntos de inflexión, los cambios de dirección... todo parece encajar como en un puzzle, pero hacia adelante el camino es mucho más incierto.

Me gusta pensar que soy yo la que dirijo mi vida, y no la idea de confiar en que el azar haga todo el trabajo, ni la  pasividad que se deriva de ello.
Pero sobremanera me espanta la idea de poder mirar por un agujero los designios del futuro... ¿qué tipo de vida sería la vida sin sorpresas? no quiero ni pensar en el sinsentido de la existencia, de saber lo que va a ocurrir en todo momento. 
Quita, quita.

Lo que creo es que hay que aprender a escuchar nuestra voz interior, no necesariamente la que proviene de nuestra mente consciente... y permitir que nos sirva de consejera.
Y hacer, equivocarse y deshacer, y seguir haciendo...

Eso es esar vivo.



2 comentarios:

  1. Tradicionallmente esta es otra de las herramientas de las que se han servido los ideólogos de religiones para domesticar a sus siervos. Porque si cada individuo tiene un destino haga lo que haga, entonces siéntate a esperarlo y deja de luchar por nada. Que mejor cosa que sean los dioses, nuestros dioses por supuesto los que te marquen tu vida.

    Claro que tampoco quieren los poderosos que no hagas nada, hay que motivarte pero sin que tengas grandes ambiciones de llegar donde están ellos y solo caben unos pocos. Así que nada mejor que inventarse un destino como pueblo, en el que tienes que identificarte y de alguna manera tienes un margen de libertad individual. "somos el pueblo elegido" ¿os suena? y claro cosas como "el mesías llegará como dicen las escrituras"...

    En fin, la religión judeo-cristiana está llena de ejemplos, aunque a los hinduistas no les va mejor con sus castas y reencarnaciones... tu vida es una mierda, sí, pero tranquilo que cuando mueras ya te reencarnarás en Maharahá pero mientras tanto acepta tu destino.

    En fin, nos ha costado milenios librarnos de ese pensamiento, y aún hoy en día los futurólogos sobreviven leyendo las manos, echando las cartas y adivinando el futuro.... ¡pues que bien! si estás un martes a las 3 de la mañana viendo esto en la televisión, si quieres te adivino yo tu futuro, tu presente y tu pasado, y no es muy halagüeño, no. No encontrarás trabajo mañana seguro.

    En fin...

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  2. Tienes razón en que es una arma muy potente de manipulación... pero también sorprende que a nivel indivudual uno tenga tanta necesidad de control que pretenda controlar hasta lo incontrolable: el futuro... y má sorprendente incluso que se crean lo que dice cualquier charlatán de feria, con tal que les confirmen lo que quieren oír... vivir para ver.

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