lunes, 2 de septiembre de 2013

CONFLICTOS



Cuando hay un conflicto, hay un choque de intereses o de ideas.

Si es entre varias personas o entre dos al menos, se puede intentar convencer, negociar o renunciar al interés mismo, incluso renunciar a la otra persona.

Pero en ocasiones están más cerca...

Si el conflicto es interno, también hay una colisión, pero no es tan fácil pactar o alejarse.
Puede ser que  choquen dos ideas contradictorias entre sí y que se deba optar entre un bienestar personal  temporal o la coherencia con una creencia moral, supuestamente aceptada de manera voluntaria.
También puede ser que sea que las cosas, las circunstancias o las personas, no sean como como nosotros queremos que sean.
En cualquier caso, es luchar contra lo que "DEBERÍA" ser y no es.
Y no es fácil.

  • Habrá entonces que revisar las imposiciones morales (los "deberías") y flexibilizarlas si son muchas o muy estrictas o no se adaptan a nuestras circunstancias.
  • O controlar mejor los impulsos, si tienen consecuencias que no son deseables.
  • O aceptarse con incoherencias y/o defectos, a nosotros mismos y a los demás... Y asumir que las cosas no son siempre como los gustarían.

Cualquiera de las 3 soluciones, suele terminar con los conflictos.
Si uno se conoce un poco, sabe cuál es el suyo.

Elige la solución ...


2 comentarios:

  1. cuando el conflicto te lleva al extremo al limite justifico cualquier solucion cin tal de salir adelante.tiempo habra despues,ya vivo,de reconducir la moral

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  2. Claro, solo que habitualmente (y menos mal) los conflictos son más livianos, pero pueden generar bastante malestar... como siempre, conocerse y conocer la solución que nos va mejor, simplifica bastante el tema...

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